¿No es cierto que hay alimentos que nos dañan y a los que tenemos que renunciar?, Así también debemos aprender a renunciar a ciertas emociones que nos dañan.
Cómo es posible que en un mundo cada vez más desarrollado en el que las personas viven mejor, van bien vestidas, bien alimentadas, se educan en buenos colegios y tienen médicos que atienden hasta sus más pequeñas dolencias resulte que el más mínimo contratiempo les hace perder la salud mental y necesitan acudir a especialistas para solucionarlo.
¿A que se debe? Dónde está el problema?
El problema es que vivimos en la era del confort y de la no aceptación a la frustración. Somos personas que no aceptan contrariedades. Queremos alcanzar nuestras metas de manera fácil y rápida, por eso nos caemos nos hundimos cuando la vida nos presenta obstáculos.
Cuando éstas se presentan nadamos contra la corriente, sin paciencia, sin persistir y sin ver los contratiempos como otra parte más de la vida. Nos rendimos, vamos llorando como niños por los rincones y pedimos fr inmediato al doctor una pastilla que nos permita soportar nuestra pésima existencia.
Tenemos la falsa idea de tener derecho a todo, a ser exitosos, a que nos amen, a que nos acepten, a tener una excelente salud, a la felicidad... y cuando la comparamos con la realidad y no coinciden condenamos la realidad. En vez de luchar para conseguirla.
Tenemos la capacidad de atormentarnos con eficacia. Nadie en mundo tiene ese poder, solo tú. Cambiemos nuestro enfoque, cambiemos nuestra respuesta, usemos esa capacidad que tenemos para revertir el problema que afrontamos, la situacion que vivimos, luchemos si por conseguir la felicidad, no esperemos que sola llegue.
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